Cronicas de una Mascara III

"A ver con que cara me presento
no te preocupes ya me quedan pocas
tanto vicio de coleccionar"
Masacre.-


Hoy en día tengo la absoluta certeza de que hay solo una cosa, si una, que me conoce tal cual soy. Que sufrió, lloró, rió y disfrutó conmigo. Es la única en la que nos vemos tal cual somos, una forma borrosa de una realidad falsa y sucia.
Ella es la única que no necesita de una mascara ya que se mantiene oculta. Pero mientras más luz más presente está. Si nuestras sombras son lo que realmente somos; a veces enormes otras... bueno otras veces tan pequeños.
Pasen y vean Señoras y Señores. Muestren vuestras sombras ya que así sabremos lo que realmente somos.

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah, patrañas.
Tu sombra no puede conocerte; tu sombra no habla, no se comunica, tu sombra no ES.
Sólo te conocen aquellos que puedan dar cuenta de ello... Las sombras son sólo eso: sombras, sumado a que, además, son deformaciones de nuestra propia imagen. ¿Como puede conocerte una imagen deformada de vos mismo? Aparte, inconsecuentes... Porque mientras más en su cenit el sol, más chica la sombra... Sacaaaaaaame la metáfora del sol, te quiero ver!!! ;*)
Este es un post para que te rías, Lindo, no sé qué se te ha dado por lo literario y la filosofía barata en estos días (a Dios gracias aún no llegás a los zapatos de goma...), pero tené en cuenta que no es necesario que los demásnos conozcan; no... Estás perdiendo el punto. Lo necesario, amén por Sócrates, es que te conozcas vos mismo... O no vas a saber quién te conoce, y quién no... ¡Si no hay datos para medir conocimiento! ¿No eras vos el que tenía que encontrar su sangre? Bueno... Dejá de buscarla en los demás... Que acá no hay dadores compatibles.
Suerte con eso... Y ante el bajón, siempre quedará una llamada de teléfono, o un Agaromba. No sé, dicen que es efectivo.

(Hache) dijo...

"Porque mientras más en su cenit el sol, más chica la sombra..." - si tan segura estas, es porque no sabes mirar abajo.

"Manuel: - Sombra mía, mi arrastrado manto, compañera oscura te agradezco tanto.

Laura: - Siempre juntos por la misma huella, persiguiendo el rumbo, de una esquiva estrella.

Manuel: - En las calles del destino ingrato, mis ilusiones, sombras de sombras son. Andaremos sin saber quien es sombra de quien..."

nuestra sombra es la unica que nunca nos va a dejar.

Anónimo dijo...

Uh, pero a vos te está garrando un conflicto de abandono repetido. "Se paga lo que se hace", qué sé yo, he visto un montonazo de grafittis así, "amarás a quien no te ama por no haber amado a quien te amó", y toda esa sarta de cosas que la Gente que Cree Conocer al Mundo escribe. Estupideces que te pegan según el día, la hora o el momento, claro.
Y sí sé mirar hacia abajo. De hecho, últimamente, es el único lugar hacia donde miro, porque a esta ciudad le construyen cada vez más escalones y encima olvido dónde estaba los viejos. Pero no es abajo donde tengo que mirar... Es atrás. A mí me gusta llevar el sol de frente, aunque sea el más sangriento crepúsculo, y no a la espalda para que me queme las alas. (Ya que nos pusimos literatos, obligo; es un buen juego en el que no podés ganar)
Y, Hernandorena, con venir a copiar unas estrofas de Lo que me Costó el Amor de Laura ni siquiera estás demostrando el punto (que es que las sombras son las únicas que conocen quienes somos) sino, que, planteás uno lastimoso y nuevo: "nuestra sombra es la unica que nunca nos va a dejar" ... Cacho de consuelo, qu siempre sólo nos quede un pedacito de carbón todo apachuchado contra el piso, mudo, ciego, sordo... Naaaaaaaa.... Yo prefiero comprarme un perro. Por lo menos te mueven la cola cuando les hablás.
Y esto no es abuso de confianza, sotreta; es diálogo.